lunes, 30 de septiembre de 2013

Trucos que ayudarán a lograr que el niño se vaya a la cama pronto y descanse como necesita

Los niños deben irse pronto a la cama. Lograr que los pequeños se vayan temprano para descansar es importante para su rendimiento escolar y sentido del humor. Los problemas de sueño pueden incluso hasta frenar el crecimiento de un bebé. Dormir bien no solo es importante para potenciar el rendimiento escolar, sino que es clave para asegurar su salud (y la de sus padres).

Lograr que los niños se vayan a dormir pronto puede convertirse en una lucha cotidiana, con las consecuentes discusiones y rabietas.

¡Alarmante! A pesar de la importancia de dormir bien > “hasta el 30% de la población infantil tiene alteraciones crónicas del sueño”. Las horas de sueño “repercuten en el rendimiento y humor de los niños”, concluye el estudio de la pediatra Rocío Sánchez-Carpintero.El estudio de la pediatra Rocío Sánchez está titulado 'Trastornos del sueño en la niñez', por si les interesa indagar un poco más.

El primer paso es determinar cuál debe de ser la hora de irse a la cama: Un bebé recién nacido precisa dormir 16 horas al día. 3 meses: 15 horas diarias de sueño. 1 Año: 14 horas. 2 Años: 13 horas. 5 Años: 11 horas. 9 Años: 10 horas. 14 Años: 9 horas. A partir de la mayoría de edad son necesarias solamente ocho horas de sueño.

Para crear una rutina de sueño, el siguiente paso es establecer una serie de actividades que se repetirán cada noche, antes de ir a dormir. Puede ser darle un baño, ofrecerle un biberón de leche, cepillarse los dientes juntos o leer un cuento en su compañía. La creación de un ritual ayuda a la creación del hábito y a conciliar el sueño.
 Crear un rutina de sueño en el niño implica que no solo la hora de acostarse debe ser la misma sino, también, la de levantarse.

Es importante evitar que el niño relacione la cama con una situación de castigo. La cama nunca debe ser un castigo para el niño. Para que no haya problemas para ir a la cama, lo mejor es que los niños lleguen a ese momento del día cansados y relajados. Para que el niño se relaje, hay que evitar actividades que le puedan excitar durante la última parte del día. Ej: Los videojuegos y la TV.

Una luz tenue durante el sueño. El grado de oscuridad de la habitación también es importante. No es bueno que entre luz de la calle. 

La alimentación también influye en la calidad del sueño del niño. ¡A olvidarse del azúcar antes de dormir!

Por último, se debe promover la capacidad de que el niño pueda dormirse sin que sus padres estén presentes.

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